Ventajas de invertir en restaurantes en Barcelona

Abrir un negocio es siempre una apuesta. Sin embargo, hay que saber reconocer las señales que nos indican que puede tener éxito o no antes de lanzarnos a la aventura. Un ejemplo claro es el sector de la hostelería. Puede parecer que, debido a la crisis sanitaria de la COVID-19 y a las restricciones impuestas en torno a ella, este no sea un buen momento para invertir en un restaurante. Pero la realidad es totalmente contraria. Vamos a ver por qué.

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Razones para invertir en un restaurante en Barcelona

• Los precios se encuentran muy bajos. Abrir un restaurante en Barcelona no ha sido especialmente barato durante los últimos años. Sin embargo, debido a la crisis que está asolando el sector, los precios de los traspasos de restaurantes se han desplomado. Es normal teniendo en cuenta la poca viabilidad del negocio a corto plazo y lo escasas que están resultando las ayudas para hacer frente a los gastos. Por tanto, si tienes capital suficiente y tiempo, es una inversión a tener muy en cuenta, aunque su rendimiento no vaya a ser inmediato.
• Las perspectivas de recuperación son optimistas. Esta no ha sido una crisis como la que, por ejemplo, asoló al sector en 2008. El desplome ha sido de un día para otro y se prevé que la recuperación, una vez que la situación se estabilice, sea igual de rápida. Además, no va a haber problemas relacionados con los intereses de deuda y la financiación va a sobrar.
• El final de la pandemia se acerca. Las vacunas parecen estar ya aquí. De hecho, en España se prevé que las primeras personas serán inmunizadas a partir del mes de enero y que, para verano, es posible que el grueso de la población ya la haya recibido. Una excelente noticia que abrirá las puertas a entrar en una nueva normalidad muy similar a la que teníamos antes de que la pandemia nos castigara.
• Los clientes están ansiosos. Es un factor a tener muy en cuenta y lo estamos viendo cada vez que las autoridades catalanas abren un poco la mano con respecto a las restricciones. Es de prever que, cuando por fin se pueda acudir a las terrazas y a los interiores de los locales con total normalidad, los clientes acudan en masa. Igual que sucedió cuando se levantó el confinamiento total allá por finales del mes de mayo y principios de junio.

Invertir en restauración es un valor seguro de cara al futuro

No cabe duda de que los barceloneses van a seguir visitando bares una vez que finalice la pandemia o, al menos, esté totalmente controlada. Tampoco existen en lo relacionado a que el turismo volverá a la Ciudad Condal más temprano que tarde. Por ello, invertir ahora en el traspaso de un restaurante puede suponer una alta rentabilidad de cara a un futuro cercano. Desde luego, va a ser difícil poder hacerse con uno por un precio más bajo del disponible actualmente.